La importancia del bienestar familiar
Publicado el 24 de junio de 2017
El daño de la adicción a las drogas y al alcohol llega profundamente a las familias. Si ha estado viviendo con un ser querido que padece la enfermedad, es posible que tenga que recuperarse tanto como la persona con la enfermedad.
La adicción puede causar grandes trastornos, alimentando el resentimiento, la ansiedad, la frustración y la decepción. Hiere profundamente a los más cercanos a la persona con la adicción. Y tiene efectos de gran alcance en la salud y el bienestar de la familia y los niños.
Su ser querido enfermo puede recuperarse y es importante tener esperanza. Pero también es importante que intente concentrarse en su propio bienestar, incluso si su ser querido continúa luchando.
En términos generales, cuanto más cerca estemos de la persona que sufre y cuanto más tiempo lleve sin tratar la enfermedad, mayor será la probabilidad de que estemos padeciendo nuestros propios trastornos físicos, mentales y/o espirituales.
La enfermedad de la adicción causa caos: cambia las relaciones y los roles y aísla a la familia del apoyo familiar, social y comunitario.
Por lo tanto, los miembros de la familia también deben pasar por su propio proceso de curación. El concepto de “recuperación familiar” se trata de que la familia, individual y colectivamente, recupere su salud. Esta sanación debe suceder para los miembros individuales de la familia, para las relaciones dentro de la familia y para la familia en su conjunto.
Para los miembros de la familia, recuperarse puede significar muchas cosas diferentes. Puede comenzar con el perdón, la compasión a través de una mejor comprensión de la enfermedad de la adicción o centrándose en la curación después de una pérdida.
Algunas familias que están más avanzadas en su viaje han descubierto que romper el silencio dentro y fuera de su familia, generalmente hablando de sus experiencias, ayuda a apoyar su propio proceso de recuperación.
Nuestros entrenadores de seres queridos trabajan primero con los clientes en su propio bienestar para que puedan ser una fuente de compasión y apoyo para su familiar o amigo enfermo.