Mitos comunes sobre la adicción

Casi todo lo que creemos que sabemos sobre la adicción está mal. Estos mitos dañan a las familias y los amigos, y dificultan que las personas se recuperen.


Mito: Usar drogas o alcohol es una elección, así que si alguien se vuelve adicto, es su culpa.

Realidad: Nadie elegiría tener adicción, como tampoco elegiría tener cáncer. La adicción es una consecuencia de muchos factores que contribuyen, incluida la genética, la educación, el trauma y otras influencias. Las personas con adicciones suelen vivir vidas bastante miserables y no elegirían vivir de esa manera si tuvieran la oportunidad.

Mito: si alguien solo usa la fuerza de voluntad, debería poder detenerse.

Realidad: Para las personas que son vulnerables a la adicción, el consumo de sustancias puede provocar cambios profundos en el cerebro. Estos cambios secuestran el "camino de recompensa" natural del cerebro. En la naturaleza, las recompensas generalmente solo vienen con esfuerzo y después de un retraso. Pero las sustancias adictivas acortan este proceso e inundan el cerebro con sustancias químicas que indican placer.

Cuando la enfermedad se afianza, estos cambios en el cerebro erosionan el autocontrol y la capacidad de una persona para tomar buenas decisiones, al mismo tiempo que envía impulsos muy intensos para consumir drogas. Estos son los mismos circuitos vinculados a la supervivencia, que impulsan poderosos impulsos que no difieren de los que impulsan la necesidad de comer o beber agua.

Estos impulsos abrumadores ayudan a explicar el comportamiento compulsivo y, a menudo, desconcertante en torno a la adicción. La gente seguirá consumiendo incluso cuando les sucedan cosas terribles.

 

Mito: La adicción afecta principalmente a ciertos tipos de personas.

Realidad: Esta enfermedad no discrimina. La adicción puede afectar a cualquiera. No importa su edad o ingresos, etnia o religión, familia o profesión. A nivel nacional, aproximadamente una de cada ocho personas de 12 años en adelante se ven afectadas.

 

Mito: Si alguien tiene un trabajo estable y una vida familiar, no puede estar sufriendo de adicción.

Realidad: Muchas personas viven en negación porque tienen éxito en su vida profesional, o porque no beben hasta después de las 5 de la tarde, o porque vienen de un “buen” hogar. La realidad es que cualquiera puede ser vulnerable a la adicción. Muchas personas ocultan la gravedad de su enfermedad o no obtienen ayuda debido al estigma y la vergüenza. Si beber o consumir drogas está causando algún tipo de conflicto o problema en su vida personal o profesional, vale la pena buscar apoyo.

 

Mito: Las personas tienen que tocar fondo antes de poder recuperarse.

Realidad: Esto simplemente no es cierto y es peligroso. Cuanto más espere, más enferma se pone la persona, y esto puede tener consecuencias mortales. Los estudios muestran que las personas obligadas a recibir tratamiento tienen las mismas posibilidades de éxito que las personas que deciden hacerlo por su cuenta.

Además, las personas que reciben ayuda antes de que su enfermedad sea tan grave tienen más recursos a los que recurrir, como una familia que los apoye o un trabajo, para ayudarlos a recuperarse con éxito. Así que cuanto antes alguien reciba ayuda, mejor.

 

Mito: Ir a tratamiento solucionará el problema.

Realidad: La adicción es una enfermedad crónica, lo que significa que es una condición de larga duración que se puede controlar pero no curar. El tratamiento puede ser el primer paso hacia el bienestar, pero es solo el comienzo. Muchas personas necesitan más de una visita de tratamiento para seguir un camino estable hacia el bienestar. Más importante aún, mantenerse bien requiere un compromiso de por vida para controlar personalmente la enfermedad.

 

Mito: si alguien recae, es una causa perdida.

Realidad: Trate de no desanimarse demasiado por una recaída, que es una reaparición de los síntomas. La adicción es una enfermedad crónica muy similar a la diabetes tipo II o la hipertensión, lo que significa que requiere un control de por vida. La recaída no es más probable con la adicción que con estas otras enfermedades crónicas.

Recuperarse implica cambiar comportamientos profundamente arraigados. Esto requiere tiempo y esfuerzo y, a veces, resulta en contratiempos. Esto no significa que los tratamientos anteriores hayan fallado, porque la persona con la enfermedad aún progresó en general para recuperarse.

Una recurrencia puede ser una señal de que el enfoque del tratamiento u otros apoyos deben cambiar, o que se necesitan otros métodos de tratamiento.

Hay esperanza. Tenga en cuenta que la mayoría de las personas con adicción que sufren una recurrencia volverán a recuperarse.

 

Mito: Las personas con adicción son malas y necesitan ser castigadas.

Realidad: A veces, después del uso prolongado de sustancias, las personas con adicción hacen cosas horribles. Estos malos actos son a menudo imposibles de entender. Se deben a cambios profundos en el cerebro que los obligan a mentir, engañar, robar o cosas peores para seguir consumiendo. Si bien este comportamiento no se puede tolerar, es importante comprender que lo hacen porque están profundamente enfermos y necesitan ayuda. Las personas enfermas necesitan tratamiento, no castigo, para recuperarse.

 

Mito: La adicción se trata según el comportamiento, por lo que debe ser un problema de comportamiento, no una enfermedad.

Realidad: El comportamiento humano comienza en el cerebro. Los estudios cerebrales avanzados muestran que los diferentes tipos de tratamientos, como la psicoterapia y los medicamentos, pueden cambiar la función cerebral. Esto es cierto para la depresión y otras enfermedades, incluida la adicción. A veces, los tratamientos conductuales, como el asesoramiento, son suficientes. A veces también se pueden requerir medicamentos. Pero el hecho de que los tratamientos conductuales puedan ser efectivos no significa que la adicción no sea una enfermedad real.

 

Mito: Los medicamentos recetados no son adictivos como las drogas callejeras porque provienen de un médico.

Realidad: La adicción a los medicamentos recetados, incluidos los analgésicos, los sedantes y los estimulantes, es un problema grave y creciente entre todos los grupos de edad. Estas drogas pueden ser altamente adictivas y tener efectos nocivos graves. Incluso si estos medicamentos son recetados por su médico, usted puede estar en riesgo.

 

Señales de un problema

 

Fuentes: NIDA, actualización de la investigación sobre el abuso de medicamentos recetados; hbo.com/addiction; Mitos de la adicción, Carlton K. Erickson, PhD, Asociación Estadounidense de Psiquiatría; Limpio, de David Sheff